¿Qué somos?

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martes, 17 de abril de 2012

A título personal: Politizar el tiempo de la economía


I – Cerrar el ciclo
El Grupo de Trabajo X cerró su primera etapa con el Foro sobre la Supervía Poniente del pasado 25 de marzo. Ésta tuvo cuatro fases: la primera, de agrupamiento, debió responder a la pregunta ¿quiénes somos?, y encontrar entre la confusión de la Acampada Sur a personas afines en sus ideas y modos de trabajar. La segunda, de conformación, se enfrentó a ¿qué somos?, y poco a poco fue delineando el significado e implicaciones de esta nueva pertenencia. La tercera, de consolidación, atacó ¿qué podemos hacer?, y fue probando su fuerza en diversos contextos: leyendo, escribiendo, defendiéndose, discutiendo, abriéndose, replegándose, gestionando y buscando compañeros y herramientas de trabajo. Y la cuarta, de crisis y transición, nos confronta con la temible pregunta, con el enigma del deseo: ¿qué queremos hacer?

Creo que en Acampada Sur cupieron todas las causas e hicieron sentido todos los delirios. La defensa del ambiente, la participación ciudadana, la igualdad económica, los derechos civiles de las minorías, la equidad de género, la educación… El manifiesto del Frente por la Plaza, fallida transición de la Acampada, es prueba de ello: una bandera en donde se quiso hacer entrar todos los colores. Creo también que la imposibilidad de construir un programa para el movimiento, de apostar por un método y de poner manos a la obra en proyectos ambiciosos tuvo mucho que ver con esta dispersión: se intentó avanzar en todas las direcciones al mismo tiempo y ni siquiera se llegó a recorrer camino suficiente como para definir alguno de los problemas en su singular complejidad. Creo por último que la etapa del GTX que ahora se cierra es fiel reflejo de lo anterior, y que el cuestionamiento al que ahora nos enfrentamos es un modo de detener esta caminata errática, mirar alrededor y fijar por fin algo parecido a un rumbo compartido.

II – Notas sueltas para una transición: ¿Politizar la economía?
Consideramos que existe una contradicción entre la política y la economía. El acceso a un modo de vida digno en términos materiales, cuando no a la más elemental subsistencia, está mediado por la sumisión del individuo a las reglas de un sistema económico. Salvo privilegiadas excepciones, el tiempo y energía que se dedica a la economía –el “modo de vida”- tiene poco potencial de transformar el sistema del que forma parte: está, de hecho, orgánicamente integrado en él. Así, sólo el tiempo que la economía deja libre (si es que existe) puede ser empleado para la política, y ésta compite desfavorablemente con la vida privada de los individuos: ocio, familia, descanso. En el campamento, la anterior situación muy pronto se hizo evidente: la parte toral de nuestra propuesta de participación, ocupar el espacio público, no era factible para la mayoría de quienes tenían un trabajo. Y por más miserable que fuera la situación económica de sus simpatizantes, lo cierto es que la Acampada no les ofrecía ninguna alternativa. Acampar en la plaza podía visibilizar un descontento con el sistema, pero bien visto no tienen ningún potencial para reducir la dependencia que de él tenemos.

Nuestra idea en el GTX, un delirio en el mejor de los sentidos, es encontrar un modo de politizar el tiempo de la economía. Se trata de construir, al interior del sistema económico, un microsistema capaz de plantear una alternativa vital a los individuos, empezando por nosotros. Una estructura de producción e intercambio justo que pueda proporcionar a sus integrantes una cantidad creciente de bienes y servicios dignos a cambio de su trabajo en ella. Una estrategia para detener la competencia entre la economía y la política y constituir a la militancia como nuestro modo de vida. ¿Qué no somos los primeros en intentarlo? Sin duda, y qué bueno que el sueño lleve siglos madurando y que no estemos solos. ¿Qué es extraordinariamente difícil? Pues venga, no hay peor batalla que la que no se da. Y por sobre todas las luchas, esta tiene el distintivo de ser nuestra porque libremente la hemos elegido.

-Gerardo Tau Xi

 [Lo consignado en esta columna no refleja necesariamente la posición de la totalidad de los integrantes del GTX-ININ, mas sí su voluntad de abrir la discusión y dejar memoria escrita de la experiencia en la movilización]

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